Ante determinados dolores de tipo psicológico o bien orgánico (que han sido diagnosticados por un especialista) se puede conseguir que disminuyan o desaparezcan utilizando un programa mental adecuado para cada caso con técnicas de sugestión siendo los resultados satisfactorios.
Cuando una persona tiene dolor experimenta una sensación desagradable que está relacionada con un posible daño o alguno que ya existe siendo una experiencia subjetiva.
Los factores psicológicos como: ansiedad, depresión, miedos y en definitiva el estado emocional que tiene la persona en ese momento tiene una influencia sobre el dolor que percibe. También hay que tener en cuenta que cuando nos enfrentamos a un nuevo dolor la experiencia anterior negativa va a influir. El dolor es variable según la persona y el tipo dolor que se trate.
Los tipos de dolor producidos por un estado emocional alterado (contracciones musculares de espalda, cuello, dolor de cabeza, etc.) se pueden abordar con un terapia especifica para ello, donde la mente del paciente elimina esas molestias aplicándole la técnica de sugestión y se le enseña un programa mental para que él mismo fuera de consulta si tuviera alguna molestia pueda eliminarla.