Hay que hacer una distinción entre celos racionales e irracionales. Una persona está racionalmente celosa cuando desea una relación continua o se preocupa porque esta se pueda romper al poder amar a otra persona, en esta situación se siente frustrada cuando su pareja presta demasiada atención a otros, pero no está perturbada excesivamente.
Cuando la persona está irracionalmente celosa, impone de una forma absolutista que siempre se le preste atención en exclusividad y se siente horrorizada con la idea de que su pareja tenga otra pareja y la abandone, experimentando ansiedad, hostilidad, etc.
En los celos irracionales suele haber siempre un componente de ansiedad que genera inseguridad en la persona respecto a su pareja. Este tipo de celos son nocivos para ambos miembros de la pareja pudiendo llegar a la separación sino se les da solución.
Los celos patológicos los puede sufrir tanto el hombre como la mujer.