«Ella se veía muy feliz pero después de 5 horas yo ya no quería más», contaba Adrián.
Adrián tuvo una erección que le generó un dolor peor que cualquier otro que pueda recordar.
Pese a que ante los ojos de su pareja todo pintara muy bien, pasadas 4 horas el joven de 30 años empezó a sospechar que algo no andaba bien.
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Adrián le contó a BBC Mundo que había decidido tomar una pastilla de Viagra a pesar de no necesitarla.
Su erección no desaparecía incluso después de haber eyaculado.
6 horas después, el dolor y la incomodidad solo aumentaban.
Intentó bajar la erección utilizando hielo y duchándose con agua fría, pero nada parecía funcionar.
Lo que Adrián tenía era una erección prolongada, una que no es ocasionada por estimulación sexual y que dura más de 4 horas, según la definición de la Sociedad Internacional de Medicina Sexual.
¿Por qué ocurre?
Una erección normal es producto de la excitación sexual.
Los vasos sanguíneos del pene se relajan y se dilatan permitiendo entrar más sangre.
El aumento de la presión del flujo sanguíneo, constriñe la parte baja de la vena dorsal del miembro, impidiendo que la sangre fluya hacia afuera.
Es así como logra mantenerse erecto.
Luego, los vasos sanguíneos del pene deberían recuperar su tamaño regular y la sangre extra salir, según explica Daniel Williams, médico urólogo y ginecólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wisconsin.
Sin embargo, en ciertas ocasiones, los vasos sanguíneos permanecen relajados, permitiendo que continúe entrando sangre en ellos y manteniendo la erección pese a no estar en un estado de excitación.
Es ahí cuando se presenta una erección prolongada o priapismo.
Cuando eso ocurre, toda la acumulación de sangre genera una sensación inusual de dolor e inflamación en el pene.
¿Qué tan común es?
¡Buenas noticias!
El riesgo de sufrir una erección prolongada no suele ser tan común.
Según un estudio de la Sociedad Internacional de Medicina Sexual, alrededor de 8.700 hombres estadounidenses acudieron al hospital a causa de una erección prolongada, en un periodo de 4 años.
¿Quiénes pueden padecerla?
Según el Servicio Nacional de Salud en Inglaterra (NHS, por sus siglas en inglés) el priapismo no es frecuente dentro de la población general.
Sin embargo, es relativamente común en ciertos grupos vulnerables:
- Hombres que han sido diagnosticados con anemia de célula falciforme (una condición que entre otras cosas, puede generar bloqueos de sangre en las venas)
- Hombres que consumen medicamentos para la disfunción eréctil.
- Hombres que consumen anti depresivos, medicamentos para controlar la ansiedad y anticoagulantes.
Según un estudio publicado en el Diario de Medicina Sexual, el 20% de los hombres que acudieron a urgencias por casos de erección prolongada en Estados Unidos padecían anemia de célula falciforme.
La Asociación Americana de la Anemia de Células Falciforme estima que 1 de cada 4 jóvenes y 9 de cada 10 hombres adultos con esta condición, experimentarán por lo menos una vez un episodio de erección prolongada.
Para aquellos que consumen medicamentos para la disfunción eréctil el riesgo es considerablemente menor. Se presenta 1 caso en cada 1.000 personas.
Sin embargo, es difícil estimar un número concreto de casos ya que muchas veces los hombres sienten vergüenza, no lo reportan y evaden los tratamientos.
Esto fue tal cual lo que le sucedió a Adrián.
Ante la vergüenza de admitir que había consumido Viagra para potencializar la relación sexual, prefirió no dirigirse a una sala de urgencias.
Pero aunque los casos de priapismo no son muy comunes, pueden tener graves consecuencias para el pene y el desempeño sexual si no se trata correctamente.
Medicamentos para disfunción eréctil
Pese a que los medicamentos que combaten la disfunción eréctil aumentan la probabilidad de sufrir una erección prolongada, las posibilidades son realmente bajas.
Por ser más fuertes, los medicamentos que se inyectan, representan un riesgo ligeramente más alto que los que se consumen por vía oral.
Pero el verdadero problema se presenta cuando las medicinas son utilizadas de manera incorrecta.
Tomando una dosis más alta que la recomendada o utilizando estos potenciadores cuando en realidad no se necesitan, según Catalina Sánchez, residente de urología del Hospital San Ignacio de la Universidad Javeriana.
Al abusar de estos medicamentos, la sangre sigue entrando a los vasos sanguíneos, toda la sangre que entra se queda atrapada y la erección no finaliza al eyacular.
«A los 45 minutos tuve una eyaculación pero el pene siguió erecto. No bajaba, fue eterno», le contaba Adrián a BBC Mundo.
¿Cómo puede afectar al pene una erección prolongada?
El priapismo no solo resulta doloroso y embarazoso.
También puede afectar los tejidos internos del pene haciendo que la disfunción eréctil sea aun peor en el futuro, según el urólogo y psicólogo de la Asociación Española de Sexología Eugenio López.
Cuando la sangre se queda atrapada por mucho tiempo en el pene, puede empezar a coagularse, bloqueando el flujo de sangre fresca, rica en oxígeno.
Cuando el tejido fálico no recibe suficiente oxígeno de la sangre, el tejido empieza a morir.
Cuando esto ocurre, queda una especie de cicatriz interna permanente impidiendo que el pene vuelva a funcionar normalmente.
«Un priapismo que no se trata a tiempo puede producir una disfunción eréctil o impotencia, desfiguración del pene y en los casos graves gangrena (muerte de los tejidos del pene). En el peor de los casos la eliminación quirúrgica del pene», le contaba López a BBC Mundo.
¿Qué se debe hacer?
4 horas es el máximo de tiempo que debería esperarse antes de acudir a un hospital.
Cuanto más tiempo se espere, más riesgo se corre de afectar el tejido.
Generalmente la medida que tomará el medico será la de aplicar una inyección de fenilefrina directamente en el pene.
El líquido hace que el tamaño de los vasos sanguíneos se reduzca, obligando a la sangre retenida a salir.
Si ya se han formado coágulos, probablemente será necesario utilizar una aguja para drenar la sangre estancada y permitir la entrada de sangre oxigenada.
Una tercera opción es realizar una operación para remover los coágulos de sangre en caso de que no puedan ser drenados, según López.
Con el tratamiento adecuado y a tiempo, no debería ser un inconveniente alcanzar una erección en el futuro.